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martes

Carl Larsson, adelantado a su tiempo

Mi habitación


Carl Larsson, que nació en condiciones muy modestas en un distrito pobre de Estocolmo, comenzó su carrera artística a la edad de sólo 13 años, al ser admitido a las clases preparatorias de la Real Academia de Bellas Artes de Suecia. Mientras estudiaba, se procuró su sustento como ilustrador de un periódico. Entre 1877 y 1882, Carl Larsson vivió en París, donde pintó sus primeros motivos según el espíritu del romanticismo nacional, aunque adoptó un estilo más íntimo de pintura en acuarela cuando se mudó a la colonia de artistas en Grèz-sur-Loing en 1882.


Autorretrato


Fue allí donde conoció a su mujer, Karin Bergöö, con la que tuvo siete hijos. La pareja regresó a Suecia en 1885. En un principio, la familia vivió en Gotemburgo, donde Carl Larsson dio clases en la escuela de arte de Valand, realizando una serie de pinturas monumentales encargadas por Pontus Fürstemberg, que se convirtió en uno de sus principales mecenas.

En 1891, Carl Larsson ganó el concurso para hacer los frescos de la escalera del Museo Nacional de Bellas Artes en Estocolmo.


En la última década del siglo, comenzó una serie de cuadros cuyo tema central fue la vida familiar en Sundborn, en la región de Dalecarlia, que se convirtió en residencia permanente en 1901.


Desayuno bajo el gran abedul


Fiesta matinal

En el estanque


Su principal objetivo como artista era representar el "lado amable de la vida", después de toda una época de penurias: escenas cotidianas, cargadas de ternura y calidez, de su esposa con sus hijos, los niños jugando, los veranos en la playa, interiores del hogar, etc. El personal estilo de decoración de Karin y de Larsson dio como fruto una manera completamente moderna de acondicionar y estructurar una casa, de forma que fueron considerados verdaderos "diseñadores" de interiores, adelantados a su tiempo: colores cálidos, interiores plenos de luz, vajillas sencillas y demás detalles contrastaban con el estilo oscuro, recargado y victoriano de otros hogares de la misma época.

Larsson trabajó principalmente a la técnica de la acuarela, siendo más del noventa por ciento de sus trabajos totales.

Su existencia plácida y tranquila en familia fue plasmada en diferentes álbumes, que publicó con gran éxito de ventas en toda Europa.



Bajo la ventana


Leyendo


En la cocina, las niñas


La habitación de la niñas


Pescando cangrejos


La entrada


Karin


Siesta




Dedicado especialmente a Elena y a Inger, con todo mi cariño.