- Es mediodía. Un parque.
- Invierno. Blancas sendas;
- simétricos montículos
- y ramas esqueléticas.
- Bajo el invernadero,
- naranjos en maceta,
- y en su tonel, pintado
- de verde, la palmera.
- Un viejecillo dice,
- para su capa vieja:
- «¡El sol, esta hermosura
- de sol!...» Los niños juegan.
- El agua de la fuente
- resbala, corre y sueña
- lamiendo, casi muda,
- la verdinosa piedra.
María Teresa Fierro Fernández
Emil Nolde
Pieter Cornelius Mondrian
Emil Nolde
- Ya besando unas manos cristalinas,
- Ya anudándome a un blanco y liso cuello,
- Ya esparciendo por él aquel cabello
- Que Amor sacó entre el oro de sus minas,
- Ya quebrando en aquellas perlas finas
- Palabras dulces mil sin merecello,
- Ya cogiendo de cada labio bello
- Purpúreas rosas sin temor de espinas,
- Estaba, oh claro Sol invidïoso,
- Cuando tu luz, hiriéndome los ojos,
- Mató mi gloria y acabó mi suerte.
- Si el cielo ya no es menos poderoso,
- Por que no den los tuyos más enojos,
- Rayos, como a tu hijo, te den muerte.
Al Sol, Porque Salió, Estando con Su Dama, y Le Fue Forzado Dejarla de Luis de Gongora
Emil Nolde
Jacob Collins
Relumbra el aire, relumbra,- el mediodía relumbra,
- pero no veo al sol.
- Y de presencia en presencia
- todo se me transparenta,
- pero no veo al sol.
- Perdido en las transparencias
- voy de reflejo a fulgor,
- pero no veo al sol.
- Y él en la luz se desnuda
- y a cada esplendor pregunta,
- pero no ve al sol.
Claude Gellée
- Desde que Zeus, padre de los Olímpicos,
- ocultando la luz del sol brillante,
- hizo de la noche el mediodía todo es esperable y nada hay que un conjuro aleje o pueda sorprendernos.
- Desde entonces, un luctuoso temor llegó a los hombres: todo es creíble y nada inesperable.
- Que ninguno de vosotros se sorprenda al ver que fieras y delfines canjean sus pasturas y estos prefieren las montañas boscosas y aquellas las olas resonantes.
- Poeta lírico más antiguo de Grecia:
- Arquiloco, nacido en Paros en el siglo VII antes de Cristo.