Pensar en ti es azul, como ir vagando
por un bosque dorado al mediodía:
nacen jardines en el habla mía
y con mis nubes por tus sueños ando.
Nos une y nos separa un aire blando,
una distancia de melancolía;
yo alzo los brazos de mi poesía,
azul de ti, dolido y esperando.
Es como un horizonte de violines
o un tibio sufrimiento de jazmines
pensar en ti, de azul temperamento.
El mundo se me vuelve cristalino,
y te miro, entre lámpara de trino,
azul domingo de mi pensamiento.
- Eduardo Carranza
La mujer estaba desnuda.
Llegó un hombre,
descendió a su sexo.
Desde allí la llamabaa voces cóncavas,
a empozados lamentos.
Pero ella
no podía bajar
y asomada a los bordes sollozaba.
Después, la voz, más tenue
cada día,
ya se iba perdiendo en remotos vellones.
La mujer sollozaba.
Tendió grandes pañuelos
en las lámparas rotas.
Vino la noche.
Y la mujer abrió de par en par
sus inexhaustas puertas.
José Ángel Valente
Azul como el delirio, azul como la hora
en que cruza tu sombra mi fiebre desvelada;
azul como el más bello cuento de Scherezada,
azul como la noche de una leyenda mora.
Azul como la llama convulsa que devora
la mirra alucinante de la orgía sagrada,
parece que de todo lo azul fuese formada
la veste que te ciñe sensual y triunfadora.
De cálidas neblinas irrigan un paisaje
fugaz y caprichoso los visos de tu traje;
el aire entre sus pliegues tornasola suspiros…
Y bajo la tormenta que aviva el sortilegio,
tu cuerpo resplandece, desnudo, lácteo, egregio,
prisionero en un móvil palacio de zafiros.
- Carlos López Narváez (1897-1971)
Richard Edward Miller
Ivan Olinsky
Dónde la flor azul. En qué ladera
de la montaña crece o en qué la calle
de la ciudad asoma su corola,
hecha de mar y cielo despejado
y pétalos de eterna juventud.
Donde la flor azul que habla el idioma
primaveral del amor y del coraje
y que cura la alergia de estar vivo.
“Al país de la rama de oro donde el pájaro
azul se posa, más allá de fuertes
y fronteras, habrás de ir a buscarla”
Me dijo mi madre antes de morir.
Luis Alberto de Cuenca
Dónde la flor azul. En qué ladera
de la montaña crece o en qué la calle
de la ciudad asoma su corola,
hecha de mar y cielo despejado
y pétalos de eterna juventud.
Donde la flor azul que habla el idioma
primaveral del amor y del coraje
y que cura la alergia de estar vivo.
“Al país de la rama de oro donde el pájaro
azul se posa, más allá de fuertes
y fronteras, habrás de ir a buscarla”
Me dijo mi madre antes de morir.
Luis Alberto de Cuenca
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Carmen Pascual, carmensabes
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