Quién sabe si después de un año
no comience todo de nuevo,
el triste espectáculo que hemos dado
interrumpido apenas por una breve calma
como la de esta tarde azul
la última, tal vez, de un antiguo verano.
El detalle está en las lamparitas de colores
en la luz que, a pesar de todo,
sobrevuela débilmente nuestros años.
Vivir no es tan difícil si lo piensas,
lo único difícil es pensarlo.
Fragmento de "Verano"
Bruno Cuneo
Ediciones Altazor
Año 2004
Albert Marquet
Sergei Menyayev
Jack Vettriano
Jaime Morera y Galicia
Fernando Botero
Todavía puedo quedarme aquí
y no volver a otro sitio donde
una vez arriba, otra abajo,
intente derrumbarte contra la hierba
húmeda y reseca del verano.
Reina María Rodriguez
Alexandra Nedzvetckaya
Juan Flores Bello, ver más
Pulsas, palpas el cuerpo de la noche,
verano que te bañas en los ríos,
soplo en el que se ahogan las estrellas,
aliento de una boca,
de unos labios de tierra.
Tierra de labios, boca
donde un infierno agónico jadea,
labios en donde el cielo llueve
y el agua canta y nacen paraísos.
Se incendia el árbol de la noche
y sus astillas son estrellas,
son pupilas, son pájaros.
Fluyen ríos sonámbulos.
Lenguas de sal incandescente
contra una playa oscura.
Todo respira, vive, fluye:
la luz en su temblor,
el ojo en el espacio,
el corazón en su latido,
la noche en su infinito.
Un nacimiento oscuro, sin orillas,
nace en la noche de verano,
en tu pupila nace todo el cielo.
Octavio Paz
Anders Zorn
Edward Henry Potthast
Edward Hopper
Frédéric Bazille
Joseph Rodefer de Camp
Frutales
cargados.
Dorados
trigales…
Cristales
ahumados.
Quemados
jarales…
Umbría
sequía,
solano…
Paleta
completa:
verano.
Manuel Machado
BERTHE MORISOT
Jules Breton
Joseph Farquharson
Childe Hassam
John William Godward
Giuseppe Arcimboldo
Javier Clavo
Julien Dupre
fue el verano más largo en años
los días se enroscaban sobre sí mismos y volvían a empezar
las flores caían sobre el pavimento y se ahogaban en su propio jugo
fue un verano triste a pesar de tanto sol
la humedad hacía más profundo el silencio de las siestas
y cuando por fin llegaba la noche
el hondo canto de los búhos duraba hasta morir.
Pasaba arrolladora en su hermosura
y el paso le dejé;
ni aun a mirarla me volví y, no obstante,
algo a mi oído murmuró: ?Esa es.
¿Quién reunió la tarde a la mañana?
Lo ignoro; sólo sé
que en una breve noche de verano
se unieron los crepúsculos, y... fue.
la sombra de la casa me oscurece las páginas
y el frío repentino de final de agosto
hace que piense en ti.
Y en verano me abraso de tal modo
que ni siquiera los gorriones vienen
a posarse en mis manos porque queman.
Amalia Bautista
Ya no habrá más verano sino ese sol que devora a la memoria y viene la gran noche de la arena que cubre los ojos y sólo podemos leer lo que no estaba escrito.
Ahora es mi turno, cuando cierro los ojos
y me olvido de ti, de tu salvaje higuera y tus higos salvajes,
cuando tu carne, como un libro de cuentos, resplandece en la noche
a la luz de un hogar mediterráneo;
y me dejo cegar por el brillo solar de la memoria
mientras mi cuerpo entero se quema en un chispazo.
Félix de Azúa